Descripción
Hasta 2018, el baloncesto contaba con la afiliación de 450 millones de participantes distribuidos en 213 federaciones nacionales, divididas a su vez en 5 federaciones continentales. Este deporte está ampliamente extendido en Estados Unidos y en Europa, siendo el 2º deporte más practicado en España con casi 3 millones de licencias federativas.
En el año 2000, el tiempo de ataque y el tiempo permitido para pasar la línea de medio campo fueron reducidos de 30 a 24 segundos y de 10 a 8 segundos respectivamente por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). Además, la duración total del juego fue dividida en cuatro cuartos en lugar de las dos mitades originales, manteniendo los 40 minutos totales. De esta forma, el baloncesto profesional sufre un aumento de las demandas físicas y fisiológicas tal como evidencian diferentes investigaciones (Ben Abdelkrim N, 2007, Bruno Cormery, et al., 2008). Por tanto, el acondicionamiento físico o preparación física es considerado un requisito para competir en el baloncesto de élite moderno (Sallet P, et al. 2005). Además, la comprensión del efecto de los resultados de las cargas de trabajo en el rendimiento deportivo y la prevención de lesiones son considerados cruciales para los entrenadores de fuerza y del acondicionamiento físico, los científicos deportivos y la medicina deportiva.
Los deportes colectivos en general y el baloncesto en particular han basado su preparación física en la teoría del entrenamiento utilizada para los deportes individuales, particularmente el atletismo, por lo que requiere de un nuevo enfoque que se adapte a sus propias características y necesidades. Además, los avances tecnológicos han provisto de nuevas herramientas a los preparadores físicos, científicos del deporte y entrenadores, lo que permite entre otros aspectos el control y la valoración de la carga de trabajo que producen los entrenamientos y/o competiciones. Por tanto, es necesario el conocimiento de este nuevo enfoque, basado en la preparación física de forma holística, para aplicarlo al baloncesto moderno con el principal objetivo de optimizar el rendimiento y prevenir lesiones.